lunes, 18 de octubre de 2010

Solo un simple apagon


El momento se tornaba negro y putrefacto, la acción se daba violenta y sin sentido. El ambiente, sin una razón aparente, se transformó de un mundo a color a una historia vieja en blanco y negro.
El silencio abundaba en proporción con las voces de quienes protagonizaban ese hecho. Los que presenciaban, estaban aterrorizados. Algunos observaban desde la ventana sin saber que hacer, aunque de otro modo no querían ayudar.
En la vereda una anciana tomaba un rosario mientras oraba, una madre despavorida cubría los ojos de su hijo para que no viese tal “carnicería”.
En un abrir y cerrar de ojos el silencio rompe sin explicación, la gente que en un momento observaba ese río de sangre, ahora solo sigue su curso. Caminan alrededor de ese cuerpo como si estuviese una molesta piedra allí. La viejecita guardó su rosario saludo a la madre y continuó caminando. El niño que no logró ver esa escena solo se paro enfrente a los restos; a las ruinas que quedaron de algo que nunca tubo su época de esplendor, nunca tubo un haz de luz…

Escrito por CTS

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