miércoles, 27 de enero de 2010

Sin título.

Tardes calurosas de verano llenas de felicidad,
aclamaban a gritos que ese chico tomara su libertad.

Sus momentos familiares no eran más que torturas,
ya que nadie aceptaba su propia postura.

Su depresión y tensión aumentó,
y nadie sabia que lo ocasiono.

Trataba de ser alguien perfecto,
para equilibrarse con su defecto.

Pero un día todo cambió,
ya que esa persona sin previo aviso apareció.

Su familia ya no le importó,
solo ellos dos eran la razón.

Mientras el amor sintió,
su padre, cabeza de familia se suicidó.

Con el tiempo la pareja no daba más,
era algo destinado a fracasar.

Cuando esa persona se fué,
solo el llanto lo pudo contener.

Tomó una cuerda y una taurete,
y pensando detenidamente.

Se dejo caer en un lugar,
donde no debía estar...